Tal vez porque hace ya dieciocho años que comenzamos a vivir el desafío de convertir al Castillo en el lugar donde pudiéramos compartir momentos soñados con seres que aman a seres que aman la vida… O tal vez porque ya pasé los cuarenta años de edad… O tal vez porque veo cómo el bebé deSigue leyendo «18 años de emociones»