Apenas anunciaron el inicio de la cuarentena, a mediados de Marzo de 2020, escribí unos pensamientos acerca de encontrar algo bueno hasta en las peores situaciones. Y lo bueno que encontré en esa oportunidad fue el acuerdo de todo el país en mostrar responsabilidad cívica, más allá de cualquier preferencia de otra índole. Ahora, cuando estamos enfrentando el inicio de la “segunda ola” de esta pesadilla, también encuentro algo bueno: el contagio. ¡Pero no el contagio del virus! ¡No! Lo bueno es el concepto de contagio: como sustantivo y como verbo.
¿Existen fantasmas en El Castillo? Es la pregunta más frecuente que recibimos, y la menos frecuente que respondemos. Es que sabemos que las fantasmas pueden dar miedo a algunas personas… y no queremos asustar a nadie. Pero ahora, de una vez por todas, vamos a responder esta pregunta. Aquí va: cha-chán cha-chán (música anticipadora)… iiii-uuuuiiiii-uuuuuiiiii (música tenebrosa)… … (silencio suspensivo)… ¡SÍ! ¡SÍ! ¡Existen fantasmas en El Castillo! Las hemos visto, las vemos y las veremos merodear por algunos pasillos, ciertas habitaciones y determinados rincones. (Uso el artículo femenino, no porque todas las fantasmas en El Castillo sean mujeres—las hay de ambos sexos—, sino porque justo estoy releyendo El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha.)
¿Ven esta foto, aquí, arriba de esta frase? ¿Ven el espejo oscuro, apaisado, ubicado al fondo del pasillo? Bueno, si no lo ven, véanlo primero. Si ya lo vieron, continúen leyendo. Porque resulta que ese espejo nos trae la primera historia de fantasmas que nosotros vivimos en El Castillo.
Tres de las actividades que amamos en El Castillo.
Tenis
Respondiendo al cariño que sentimos por el tenis, cuando comenzamos esta aventura empresarial familiar ¡la cancha estuvo lista antes de que cualquier otro espacio del Castillo haya estado restaurado!
Nuestro profesor: Marcos Remondegui. Ex jugador profesional de ATP, enseña con la técnica Van der Meer y tanto grandes como chicos se fanatizan con sus clases. Su familia fundó y gestiona el club de tenis Wingfields de la localidad de La Falda.
Hace dieciocho años llegamos al Castillo, nos enamoramos de él y comenzamos la tarea. La primera etapa de restauración, la que nos permitió convertirlo en un paisaje habitable, duró cuatro años. «¿En qué año terminaron la restauración?», nos suelen preguntar. Hemos encontrado la respuesta a lo largo de este camino: «aún no terminó… y nunca terminará».
Faltan pocos días para recibir huéspedes, después de un año completamente cerrados por pandemia. Y, entre todas las tareas de mantenimiento y preparación, agregamos una muy importante: darle un nuevo carácter a las piscinas exteriores. Fue así: las vaciamos, reparamos y sellamos fisuras, y las cubrimos con un revestimiento cementicio flexible especialmente diseñado para reservorios de agua potable. Porque, tal vez recuerden, el agua que utilizamos en todo El Castillo es mineral y proviene de nuestra propia perforación a 80 m de profundidad. Ahora son 550.000 litros de agua mineral para nadar y jugar con la máxima protección higiénica.
Además de proteger la salud de quienes disfrutan adentro del agua, este revestimiento cementicio flexible otorga beneficios adicionales: protege la salud respiratoria de quienes trabajaron en la obra, protege la salud visual de los guardavidas y las personas alrededor de las piscinas (porque el resplandor y los reflejos se ven atenuados), y protege el valor estético del edificio como patrimonio histórico.
Para nuestra familia, equipo de trabajo, huéspedes, proveedores y amigos, restaurar es un estilo de vida.
En el difícil contexto que todos estamos viviendo, ayer recibimos una noticia motivadora: al igual que en 2016, 2017, 2018 y 2019, este año hemos sido premiados con el Traveler’s Choice de Tripadvisor.
Con el deseo de poder vernos pronto, les enviamos muchos cariños.
Hace unos meses sucedió algo curioso en El Castillo: un huésped se acercó a decirme que nunca había probado una pizza tan rica como la que acabábamos de servir, y, unos minutos después, otro huésped se acercó a decirme que era una vergüenza que hayamos servido pizza, algo que él «podía comer todos los días en el delivery del trabajo”. Evidentemente—interpreté—algunas personas relacionan la calidad de una pizza con su sabor (es decir, hay pizzas y pizzas), mientras que otras personas relacionan la calidad con la rutina (es decir, si en el trabajo se consigue una comida con el mismo nombre, es una vergüenza verla en un hotel vacacional).
Entiendo que hay valoraciones subjetivas en el concepto de calidad: hay cosas que nos gustan y otras que no. De todas formas, esos mismos gustos pueden cambiar cada vez que alguien nos enseña algo nuevo. Pienso que no es necesario saber de memoria cuáles son las cuarenta mil variedades diferentes de arroz que se cultivan en el mundo, ni las diez mil cepas de uva que pueden vinificarse, ni las cuatro categorías de servicios ecosistémicos que nos benefician. Pero nuestro concepto de calidad se enriquecerá después de cocinar con una docena de arroces, degustar una veintena de cepas, y estudiar un paisaje de vegetación nativa.
Mi hermano, controlando la calidad de las terrazas en El Castillo
Esta situación me hace recordar las palabras de Mendieta Perro del «Inodoro Pereyra» de Fontanarrosa: “el que no sabe es como el que no ve, Don Inodoro”. Claro que, a veces, saber no significa necesariamente poseer formación, sino simplemente percibir. Pero la idea es esa. Entonces, ¿cómo sabemos que algo es de alta calidad? (Y me gusta decir sólo de calidad, en vez de de mucha/poca o alta/baja calidad, porque así dice mi hermano desde que aprendió a hablar para decir inocentemente que algo le gusta—desde un helado hasta un par de medias.)
Nunca olvido un ejercicio que hicimos los alumnos de una clase de diseño, construcción y mercadotecnia: identificar un objeto que nos gustara y explicar porqué nos gustaba. Yo elegí un platillo de batería, de marca y modelo específico, y esta fue la conversación con el profesor:
—Este platillo me gusta porque… ¡me gusta! —Pero ¿qué te gusta de ese platillo? —No sé… me gusta que es de calidad —¿Y cómo te das cuenta que es de calidad? —Porque está martillado a mano… —Ajá… Bueno, entonces ese es un aspecto que para vos define la calidad. ¿Algún otro que puedas notar? —Me gusta como suena… como se siente la superficie al tacto… que no es ni muy brillante ni muy opaco… —¡Perfecto! Ahora sí podés afirmar que un platillo te gusta por su calidad, la cual está definida por la artesanía en su construcción, el sonido, la textura y el color.
Yo, con mis platillos favoritos
Concluyendo, ya que la palabra calidad es interpretada de formas muy diferentes por las personas, les comparto la siguiente tabla con el significado de calidad en El Castillo:
ÁREA
ES DE CALIDAD
NO ES DE CALIDAD
CLIMA SOCIAL
Familiar, cálido, informal, profesional. Grupo limitado de huéspedes
Impersonal, anónimo. solemne. Grupo masivo de huéspedes
HABITACIONES
Piso de parquet sin plastificar, encerado. Mobiliario de época restaurado
Jabones y productos de tocador de primeras marcas en tamaño estándar. Bañeras antiguas. Que después de bañarnos el agua no se haya derramado en el piso
Amenities de hotel tradicionales. Hidromasajes. Pisos y alfombras de toalla mojados
CLIMATIZACIÓN
Calor por radiadores a vapor de agua. Aire acondicionado “split” individual en cada habitación y sector
Calor por radiadores de agua o eléctricos
AGUA
Presión y temperatura constante en cada canilla del hotel
Presión variable según piso o sector
INFRAESTRUCTURA DE MANTENIMIENTO
Tuberías, caños, cables a la vista, análogo a los productos de la alta relojería mundial
Instalaciones completamente ocultas o disimuladas
GESTIÓN
Dos niveles jerárquicos. Equipo de trabajo multifunción. Armonía entre formación académica y experiencia. Amor por el trabajo
Más de dos niveles jerárquicos. Un rol por persona. Desequilibrio entre formación y experiencia. Servilismo, o “el cliente siempre tiene la razón
CONTACTO CON LOS HUÉSPEDES
Directo y personal desde la primera consulta, conociendo sus nombres, intereses generales y preferencias de hospedaje
Orientadas al juego y al aprendizaje. Siempre con equipos profesionales y guiadas por profesionales (ej. instrumentos musicales, infraestructura para danza, piscina con medidas de competición, tenis en cancha elastic-field)
Pensadas sólo como pasatiempos
ESPACIOS COMUNES
Que promuevan el descanso y la interacción personal. Sin música funcional. Sin TV. Sin radio
Transmisión permanente de música y programación de TV/radio
COMPRAS
Al por menor, en envases pequeños, descartables. Proveedores locales. Aprovisionamiento Just-In-Time
Al por mayor, a granel. Grandes proveedores. Aprovisionamiento con acumulación de stock
COCINA
Elaboración en el momento, con ingredientes frescos. Menú de platos regionales.
Elaboración previa, con ingredientes en conserva o congelados. Menú de platos exóticos, no locales.
ROPA DE TRABAJO
Informal, variada, de iguales marcas que las que usan los huéspedes (excepto por normas de higiene y seguridad en cocina, habitaciones, parques o mantenimiento)
Uniformes iguales estandarizados
PARQUE
Jardín con baja necesidad de mantenimiento que proteja servicios ecosistémicos
Jardín con vegetación exótica, verde y florida, con riego artificial y replantaciones durante todo el año
Así titularon la entrevista que nos hicieron desde el ciclo de charlas en vivo por Instagram de la Agencia Córdoba Turismo. ¡Aquí compartimos el video!